Este es el epílogo a lo que escribí hace unos días en COVID y Yo: Día 3.
Ya que la infección y la enfermedad han pasado vale la pena cerrar este capítulo con un resumen de mi danzón con el virus más famoso del mundo.
- Los síntomas no fueron nada como los que el gobierno y autoridades médicas habían compartido previamente al inicio de la pandemia. En lugar de tos constante, fiebre y perdida del olfato mis síntomas fueron mocos chorreando como cataratas, dolor de cabeza constante, muy poca tos y casi nada de fiebre.
- La enfermedad no me noqueo completamente pero estuve tres días ausente en el trabajo, ya que era imposible trabajar con la fuga de mocos y el dolor de cabeza que era constante.
- Seguí saliendo positivo hasta el día nueve o diez de la cuarentena.
- Hasta el momento no ha habido secuelas de ningún tipo. Volví a jugar basquetbol recientemente y no hubo fatiga extrema ni nada parecido.
- Los síntomas de mi esposa fueron casi los mismos aunque ella tuvo vértigo y perdida del balance por unos días.
- Ya todos los integrantes de este hogar hemos tenido un revolcón con el virus y salimos victoriosos sin gran sufrimiento.
El virus vino, vio y no venció.